domingo, 27 de noviembre de 2011

Cambio

Dentro de poco tendremos un cambio. La nueva pagina, de vampiros en el caribe, estará lista para principios de diciembre..... espero que les guste¡¡¡

viernes, 14 de octubre de 2011

Segunda entrega.

A ver si alguien se anima y aporta un granito de arena para un nombre de la segunda entrega de vampiros en el caribe, es para un personaje malvado, así que venga, estoy abierta a propuestas....

domingo, 4 de septiembre de 2011

De regreso a la web

 Acabo de cambiar de piso, bueno, hace casi cuatro semanas, y en dichas semanas me he quedado sin Internet en casa, ni siquiera televisión ni teléfono, mi anterior compañía llamaba todos los días para decir que el técnico ya tenia la orden, pero vamos, de haber sido así no habrían pasado tantos días ¿no? al final he tenido que enviarlos a freí esparragos y contratar los servicios de otra compañía, que nos han instalado todo en dos días, luego las grandes empresas de comunicación se quejan de que sus usuarios cancelan sus cuentas, pero si fueran un poco mas eficiente tal vez no ocurriría. En fin, ya tengo Internet, tele y telefo, estoy de vuelta en la web.

domingo, 10 de julio de 2011

Un paseo nocturno

Había mucho silencio y el viento se agitaba con brusquedad, estaba cerca, lo percibía por el olor a azufre que destilaba aquel demonio. Los demonios no pueden hacerle daño a nadie, pero siempre era difícil atraparlos, y lo peor era si lograban apoderarse de un cuerpo, y si lo hacían más valía estar lejos, porque en su transmutación venían con poderes muy malignos y podían meterse en tu mente y hacer que hicieras lo que ellos desearan, incluso que le entregaras tu alma. No me había enfrentado a uno así todavía y esperaba continuar con mi racha.

miércoles, 29 de junio de 2011

ORGANIZACIÓN

He conseguido organizar un poco mi mente, pero vamos, aun es un nido de pájaros, sin embargo poco a poco conseguiré ayuentar a dichos pájaros.

lunes, 20 de junio de 2011

Nuevamente en linea

Mis vacaciones se han agotado y ahora estoy tratando de ponerme al día con todo, no me sera fácil retomar mis trabajo (tengo muchas cosas acumuladas) pero iré tirando y poco a poco conseguiré terminal.

jueves, 26 de mayo de 2011

VACACIONES

He decidido tomarme unas pequeñas vacaciones, las necesitaba, debo relajar la mente para poner en orden mis ideas (que son muchas) y volver a la carga con mas fuerzas...... Apropósito, la primera edición de Vampiros en el Caribe se esta agotando, lo que me pone muy contenta.

martes, 17 de mayo de 2011

Cambios

He modificado algunas cosas en el blog, espero que a los que me sigan les guste...............

jueves, 5 de mayo de 2011

Encuentro

Continúe hacia el baño y al llegar me tope con una fila de más de diez chicas, así que di media vuelta, en realidad no quería ir al baño, solo deseaba un pequeño respiro. Me acerque a la barra y pedí un trago fuerte, sabía que Evelin y Carolina aun no habían acabado conmigo y a base de cerveza no conseguiría ignóralas, el barman me dijo que tenía que esperar ya que la barra estaba llena de clientes, abrí la boca para decirle que lo olvidara, pero un roce de cabello me lo impidió, era el de una chica que estaba sentada en la barra y no hacía más que jugar con su larga cabellera rubia, y al parecer no le importaba metérsela en la boca a los demás.
A su lado habían tres chicos que la miraban con algo más que deseo en sus ojos, incline la cabeza y pude apreciar su rostro, era hermosa, sus labios poseían un color carmesí casi natural, su rostro era perfilado, aunque un poco pálido, parecía una de esa súper modelos que salen en las revistas, solo que sin Photoshop.
Por unos momentos sentí envidia, ¿A quién no le gustaría ser súper hermosa y tener a todos los chicos babeando por ti?, yo diría que a cualquiera, y Evelin, por desgracia, tenía razón, con la pinta que llevaba no podía ser capaz ni de levantarme al que barre el local después de cerrado.
Mire hacia donde estaban mis amigas, un chico ocupaba mi lugar y hablaba con Evelin con picardía, intente imaginarme vestida como ella y con maquillaje hasta las orejas, y no había duda, parecía una fulana.
Me volví de espalda a la rubia, no quería su pelo nuevamente en mi boca, y mire a mi alrededor, mis ojos se toparon con unos azules que me miraban fijamente, trate de apartar la vista pero no pude, eran los ojos más hermosos que había visto en mi vida, un azul como el mar al amanecer, con unas pobladas pestañas negras debajo de unas gruesas cejas, escudriñe su rostro aun sabiendo que me miraba.
Tenía una boca carnosa, de esas que ves y deseas besar, con un tono rojizo, como si se hubiera estando mordiendo los labios, de rostro cuadrado y un tanto pálido, llevaba el pelo corto de un negro azabache, varios mechones estaban de punta y brillaban bajo la luces del local, volví a mirar sus ojos y un hormigueo me recorrió todo el cuerpo cuando los encontré aun fijos en los míos, me mordí los labios sin poderlo evitar, por todos los santos era hermoso, nunca había visto a un chico con semejante belleza natural.
Sus labios se curvaron en una suave sonrisa y me quede sin aliento de golpe, me estaba sonriendo, aquel adonis me sonreía a mí, y mira que me había creído todas las choradas de Evelin al decir que no sería capaz de levantarme a ningún chico de allí, y por lo que veían mis ojos se equivocaba.
El chico le dio un sorbo a la botella de Coca-Cola que tenía en la mesa y se puso de pie, y vaya que figura, era alto, los músculos de sus brazos y su pecho se marcaban debajo de la camisa blanca que llevaba, de hombros cuadrados y porte de modelo, dios, el chico perfecto. 
Y no podía creer lo que veía, avanzaba hacia mí, mi pulso se acelero y las mejillas me ardieron, intente tragar pero sentía un nudo en la garganta que me lo impidió, si hubiera sido una vela me habría derretido en el acto, porque aquel guapísimo chico irradiaba fuego.
Aun sonreía y me miraba según se acercaba, las manos me temblaron al ver que solo estaba a cinco pasos, cuatro, tres, dos…
Pestañe varias veces para estar segura de que no había sido mi imaginación o peor aún, una alucinación, incluso me pellizque un brazo, por que el chico se había convertido en un borrón delante de mis ojos.
Solté el aire que había aguantado desde que él se puso de pie y trate de recobrar la compostura, una carcajada alegre a mi lado llamo mi atención y me volví, si, la rubia hermosa, y me quede sin aire nuevamente cuando lo vi, el guaperas de ojos azules estaba a su lado, le susurraba algo al oído a la chica rozándole casi el cuello con sus sensuales labios.
Que estúpida había sido, no era a mí a quien miraba, la fascinación por su hermosura me había jugado una mala treta, volví a respirar y tome el vaso que ya me ofrecía el barman, me lo zampe de un trago, el liquido me quemo la garganta y tuve que abrir la boca para exhalar, me gire y la rubia había desaparecido, mire hacia la puerta del local y la vi salir prendida del brazo del chico.
Vaya humillación, otra rubia que se interpone en mi camino, debería considerar el teñirme el pelo, no, creo que no.



martes, 26 de abril de 2011

Cosas

Cambie el tema y le pregunte por la tía Olga y el primo Carlos, me dijo que ambos estaban de viaje y que la tía estaba muy preocupada por mí, hablamos hasta que llegamos a casa, cuando me disponía a despedirme note que su rostro se había puesto muy serio, cosa poco habitual en él, ya que siempre tenía una mirada amable y una sonrisa encantadora sobre sus delgados labios, nunca le había visto con el seño fruncido o enojado, a veces se parecía más de la cuenta a mi padre con aquellos ojos marrones de mirada tierna.
-Kari, espero que esto no tenga nada que ver… – se interrumpió y suspiro – Con lo que hacia mi madre.
Lo mire con sorpresa, mi abuela siempre me dijo que aquello era un secreto y que nadie de la familia lo sabía.
-¿Qué quieres decir?
-Sabes muy bien de lo que hablo – dijo con rostro firme – Se lo que mi madre hacia y también sé lo que te hizo – ensanche los ojos – La nigromancia no es un juego Kari, así que ten mucho cuidado.
No me atrevía a decir nada mas, estaba pasmada, ¿Cómo era posible que supiera aquello?, y peor aún, ¿Como sabía lo que la abuela me había hecho?
-Si necesitas algo, lo que sea, no dudes en llamarme.
Asentí y baje del coche, me quede inmóvil observándolo hasta que se perdió de vista y fue cuando solté el aire que había aguantado.
Se estarán preguntado qué fue lo que la abuela me hizo y se lo diré. ¿Recuerdan que dije que no necesitaba de aguja para cerrar mis heridas ni hospitales y que no me enfermaba?, pues esa es la verdad, porque mis heridas se curan solas sin dejar marcas en mi piel.
Cuando era pequeña era un peligro ambulante para mí misma, me caía constantemente al correr y cuando jugaba siempre salía con una herida. A los siete años ya me había roto un tobillo y dislocado un hombro, eso sin contar las veces que fui al hospital para que me cosieran una herida, que quieren que les diga, era una niña intranquila y traviesa.
Mi madre, por mi propio bien, llego al punto de que no me dejaba jugar, me pasaba las tardes observando a mi hermano jugar en el patio con mis primos con ojos envidiosos, cuando visitábamos a la abuela en el campo todos montaba a caballo o se metían en el bosque a jugar las escondidas y yo me quedaba sentada con rostro triste.
Mi abuela le pedía a mi madre que me dejara montar a caballo con alguien experto, pero ella admitía que de una manera u otra terminaría con alguna herida o un hueso roto.
Cuando cumplí los ocho años la abuela nos visito y les pidió a mis padres que me dejaran pasar unos días con ella en el campo, estos solo aceptaron después de que la abuela prometiera que no me dejaría ni salir de la casa.
Llegamos a San Juan, el campo en donde ella vivía, me dijo que me tenía un regalo de cumpleaños muy especial y me entraron unas ansias enormes de llegar a la casa para verlo.
Entramos al fin y la abuela preparo un baño para mí en su bañera, me pidió que me metiera y que me daría el regalo, me hundí hasta que solo me quedo la cabeza fuera del agua, ella se arrodillo en el suelo y esparció un polvo blanco sobre el agua, este se quedo flotando en la superficie.
La abuela me puso una mano en la cabeza y empezó a murmurar unas palabras que para entonces yo no entendía, de repente hundió mi cabeza en el agua y sentí como invadía mis pulmones, patalee y forceje con su mano, pero fui incapaz de apartarla, cuando al fin me soltó emergí y me trague todo el aire que pude con demasiada brusquedad, lo que me hizo toser sin parar.
Me cogió una mano y vi, con horror, como con un cuchillo me trazaba una línea en la palma de la mano, trate de gritar, de pedir ayuda, para mí la abuela se había vuelto loca, y más aun con el color rojo que adquirieron sus ojos, sin embargo el ataque de tos no me lo permitió, metió mi mano herida en el agua y volvió a murmurar las misma palabras de antes.
Deje de toser y al punto estuve de pedir ayuda, pero no lo hice, por que el polvo que había echado en el agua antes empezó a moverse, me resulto increíble que aun estuviera intacto, el polvo formo una sola línea sobre el agua y se movió como si hubiera sido una serpiente, se hundió con los mismo movimientos y se acerco a mi mano herida, que había manchado el agua con la sangre, la rodeo con un circulo y se metió por la herida.
Grite como nunca lo había hecho, patalee y hasta golpee a mi abuela para que me soltara, aquel polvo se metió por mis venas y recorrió todo mi cuerpo como si de verdad fuera una serpiente, mi corazón latió a mil por hora y apenas podía respirar, aquella sensación fue agonizante, tanto que perdí el conocimiento.
Cuando desperté estaba en la cama de mi abuela y ella sentada a mi lado, me miraba con sus ojos ambarinos y me pregunte si había soñado todo aquello y cuando me mire la mano supuse que si, por que no había ninguna herida, ni siquiera una cicatriz, pero mi abuela me dijo que no había sido un sueño, me explico lo que me había hecho y me pidió que fuera un secreto entre ambas, también me dijo que me enseñaría muchas cosas, entre ella la magia, así fue como me reveló todos sus secretos, me enseño a usar la magia, las runas y a combatir demonios, pero aquello siempre fue un secreto entre nosotras.
Lo que la abuela me había hecho fue crear, más bien meter un hechizo en mi cuerpo, un hechizo que contrarrestaba cualquier herida que me hiciera, desde una simple cortada a un hueso roto se curaban solos, casi al instante, era una versión, digamos, a lo Lobezno el de los X-Men, solo que cuando mis heridas se curan siento dolor, el mismo dolor agonizante que sentí aquella vez en la bañera de la abuela.
Pero el hechizo me hizo más fuerte, era capaz de correr sin caerme, de jugar sin tener que salir corriendo hacia mi madre para decirle que me había cortado y que tendría que llevarme al hospital, volví hacer una niña juguetona y traviesa, y mi madre solo pensaba que me había vuelto muy cautelosa, en pocas palabras no se equivocaba, ya que un rasguño podía aguantar que se currara sin gritar, pero una herida mayor era atenerme al dolor, un gran y fuerte dolor, cosa que odiaba.

miércoles, 20 de abril de 2011

La Morgue

El primer pasillo me llevo a otro, tan blanco como el anterior, los gritos de las personas en la entrada disminuyeron según avanzaba. Habían varias puertas a cada lado del pasillo de las que colgaban unas placas con los nombres de lo que se hacía allí, pero ninguno decía morgue o deposito, continúe avanzando y no sé por qué los pelos de la nuca se me erizaron, creo que el hecho de estar sola en un pasillo blanco y silenciosos daba esa sensación, no, el hecho de estar en un hospital me daba esa sensación, el silencio se convirtió en algo casi palpable y mi respiración era entrecortada, vamos Kari es solo un pasillo largo y silencioso, está bien iluminado, suspire.
Leí una placa, Sala de Investigación, me detuve un momento en esa, ¿Estarían allí los cuerpos de las victimas para investigar la causa de la muerte?, abrí la puerta y eche una mirada al interior, solo habían dos escritorios y un montón de papeles sobre ellos, cerré la puerta con sigilo y me sobresalte al escuchar un sonido extraño, mire al fondo del largo pasillo y entrecerré los ojos, había una puerta doble, el depósito, donde estaría lo que buscaba y de dónde provino el sonido, me mordí los labios, el pulso ya me taladraba los oídos, créanme, preferiría estar enfrentándome a un demonio en estos instante que estar allí, tome aire y avance, solo di dos pasos y me detuve, tenía la impresión de que alguien me observaba, de que tenía los ojos puesto sobre mi nuca, me volví y al punto estuve de lanzar un fuerte grito cuando lo vi.
-Disculpa, ¿Te asuste?
-No – mentí, por supuesto que lo hizo – Es solo que no te escuche acercarte.
-Siempre me dicen lo mismo – admitió.
Era un chico joven, yo diría un poco más que yo, y por su aspecto pálido supuse que le habían dado una mala noticia, sus ojos eran de un color gris oscuro y su pelo castaño, sus rostro estaba liso, se supone que los adolecentes pasan por el trauma del acné ¿no?, pero este parecía que no conocía eso, y además era muy guapo y alto, sin embargo un palpito bajo mi pecho me dijo que me alejara de él.
-¿Buscabas a alguien? – inquirió con una suave voz.
-Yo, pues, si – contrólate Kari – Mi tío trabaja aquí y he venido a verle - que otra cosa iba a decir, ¿Que esa noche salí a echarle un vistazo a unos cadáveres?
-No es un buen lugar para visitas – el tono de su voz ahora me erizo la piel – Pero en fin, quien soy yo para juzgarte – dio media vuelta y echo a andar – Hasta luego.
Me quede mirando su espalda hasta que doblo la esquina del pasillo, nunca había conocido a una persona tan extraña y que me provocara semejante sensación.
Sacudí la cabeza y me concentre en lo que me había llevado allí, sería mejor que terminara cuanto antes y me largara, mire la puerta doble y avance, eso sí, no sin antes mirar por encima de mi hombro para cerciorarme de que no había nadie detrás de mí.
Volví a escuchar el mismo sonido de antes, era como si alguien dejara caer un melón al suelo, y provenía del depósito, no se notaba luz por las orillas de las puertas, eso quería decir que allí no había nadie, aunque estaba segura de que el sonido había provenido de adentro.
Mire a mi espalda, la idea de haber ido a la morgue de noche me estaba pareciendo una mala idea, vamos que tenia los pelos de punta y el corazón al galope, ya sé que no debería tener miedo, pero por algo lo tenía, aunque sabía que solo eran cuerpos inertes y yo podía ver sus almas de forma espectral, no obstante algo me mantenía asustada y no eran los cadáveres.
Cerré los ojos por dos segundo y empuje la puerta, el lugar estaba sumido en penumbra, apenas veía mi silueta en el suelo alumbrada por las lámparas del pasillo, di unos pasos y busque el interruptor en la pared con las manos temblorosa, lo encontré y lo encendí, me quede sin aliento y petrificada por dos razones.
La primera, las cámaras estaban abiertas y los cadáveres reposaban inertes sobre las largas bandejas de acero inoxidable, solo que estaban decapitados y sus cabezas sobre el suelo.
La segunda, el acero filoso que se poso sobre mi garganta en cuanto encendí la luz.
-No deberías estar aquí – dijo una voz a mi espalda – Lugar equi…
Se interrumpió y olfateo mi piel, sentí su aliento sobre mi cuello y desee gritar, pero el miedo me lo impidió, escuche unos pasos en el pasillo y rogué para mis adentros para que fuera algún médico de allí.
-Momento inoportuno – añadió.
Sentí el filo más cerca de mi cuello, sentí que el corazón se me detenía, sentí más que miedo, todo a mí alrededor se volvió borroso hasta quedar sumido en la oscuridad y lo último que sentí fue su aliento sobre mi cuello.

viernes, 8 de abril de 2011

Vampiros en el Caribe

Ahora puedes conseguir tu ejemplar de Vampiros en el Caribe en la Casa del Libro y en Madrid Comic....

jueves, 24 de marzo de 2011

En Familia

La señora Rosa me dedico una amplia sonrisa sin acercarse, ya sé que debería llamarla tía, pero ella misma nos había dejado claro a Gueyri y a mí que no la llamáramos así.
Miguel, el hijo pequeño de la pareja, pero el más alto, se acerco y medio un beso, Azucena y Jazmín también lo hicieron, ¿A que todas tienen nombres de flores?, así somos los dominicanos de originales a la hora de ponerles nombres a los hijos, ya han visto el de mi hermano, Gueyri,  y el mío,  todos me llaman Kari, pero es el diminutivo de Karaya-Ri, mi abuela fue quien nos dio esos nombres, según ella son antiguo y pertenecen a una lengua antigua, y poseen un significado.
Fuimos directamente hacia el comedor, mi tío ocupo la cabeza de la mesa y yo el otro extremo, su señora se sentó a su derecha junto con Miguel y las hermanas se sentaron juntas a su frente.
Azucena tiene dieciocho años, dos más que Jazmín, y no se parecían en nada, Azucena tenia la piel clara como su madre, también tenía sus mismo ojos marrones y su perfilada nariz, en cambio Jazmín se parecía a su padre, con la misma cara cuadrada y ojos oscuros y penetrante, por lo menos no saco su figura baja y robusta, Miguel era harina de otro saco, no se parecía a ninguno de los dos, era delegado y muy alto, cosa casi carente en la familia Deschamps, sus ojos eran del mismo color que los míos y era muy simpático y altruista, le gustaba ayudar a los demás y solo tiene quince años, no me cabía la menor duda de que sería un buen hombre.
Durante la comida mi tío hablo de negocios y de lo bien que estaban las cosas en la empresa y también, por enésima vez, me pidió que formara parte del comité, nunca se cansaba de lo mismo, yo no estaba hecha para los negocios, esa vena la saco mi hermano.
Recordé que cuando mi tío se entero de la carrera que había escogido para estudiar puso el grito al cielo, y peor aun cuando le dije que estudiaría en la universidad pública, la UASD, se paso una semana llamándome todo los días para hacerme cambiar de parecer, pero en fin, un día tendría que cansarse de lo mismo.
Mireya retiro los platos y sirvió café, solo a mis tíos y a mí, a los chicos le ofreció un batido de cerezas que agradecieron con simpatía, luego le llevo un trago de whisky al tío, debía de admitirlo, Mireya conocía más los gustos de mi familia que yo.
-Kari, quería pedirte una cosa.
-Lo que quieras tío.
-Me gustaría que no estuvieras tarde de la noche en la calle – ¿Es que se había enterrado de la hora en que llegue a casa?
-Ya sabe que no soy de la que andan a altas horas de la noche de fiesta – dije para ver si solo me estaba tanteando.
-Eso lo sé, pero estudias de noche y para ser sincero este país se está volviendo muy peligroso, no quisiera que una noche me llamaran a casa para pedir un rescate por ti – vaya, ¿Por qué no me sorprende su exageración?, además, no creo que ningún demonio se atreva a pedir un rescate o sepa usar el teléfono.
-Descuida, no me pasara nada.
-Deberías andarte con cuidado – intervino Azucena – Han habido unos asesinatos extraños en la ciudad.
-¿A qué te refieres?
-¿De qué estás hablando? – pregunto su padre – No he visto nada de asesinatos extraños en los periódicos.
-Porque es algo que nadie sabe – admitió.
-¿Y cómo es que tu si? – inquirió Rosa.
-Porque mi amiga Katy me lo conto.
-Azucena, explícate – la voz del tío Guarionex sonó rotunda.
-Ya saben que el padre de Katy es el director de la morgue del hospital Darío Contreras – sus padres asintieron – Bien, pues ella estaba en el hospital ayer y escucho que su padre le decía a un medico que los cuerpos que habían llevado allí no tenían sangren y que en la escena del crimen no había rastro de ella.
-¿De qué murieron? – pregunto Miguel.
-Eso es lo extraño según Katy, dichas personas parecían no haber sufrido ningún trauma, y la autopsia, que ella leyó a escondida de su padre, indicaba que los cadáveres tenían todos sus órganos en perfecto estado y que la causa de la muerte se debía a la pérdida de sangre.
La mire directamente a los ojos, Azucena nunca mentía, era una chica muy aplicada y obediente, pero ¿Cómo podía quedarse una persona sin sangre así sin más?, mi tío también parecía pensar en lo mismo ya que miraba el whisky con rostro confuso.
-Azucena – dije – ¿Tu amiga está segura de que en el informe que leyó no había algo sobre alguna herida?
-Una persona no puede quedarse sin sangre así sin más – se los dije, mi tío estaba pensando lo mismo.
-Katy me dijo – contesto Azucena – Que lo único extraño o más bien común entre las víctimas eran dos pequeños puntos en el cuello.
-¿Dos puntos? – inquirió Miguel con una sonrisa – ¿Cómo los que los vampiros dejan en sus víctimas?
-Los vampiros no existen – le dije, porque así era, solo eran un mito para entretener a la gente.
-Kari tiene razón Miguel – me apoyo mi tío.
-Sea lo que sea, hay que tener cuidado – dijo Azucena – Imagínense si es algo peor que un asesinato, imagínense que sea una plaga.
Todos guardamos silencio, no se los demás, pero para mí aquello no era una plaga, algo me decía que tenía que ver con que estuviera viendo más muertos de la cuenta y ¿Recuerdan el miedo que pase cuando salí de la fiesta de Elí?, si, cuando la energía eléctrica se fue, no fue aquel espectro que salió de la nada el que me hizo sentir aquel mal a mi alrededor, era otra cosa, y sabía que tenía que ver con los demonios, aunque no era lo mismo que sentía cuando los tenía cerca, era algo más poderoso.
Tal vez alguna secta satánica estaba por ahí invocando demonios, y más me valía averiguar el asunto, mi abuela me había dicho que no dejara que la oscuridad dominara, y para serles sincera no la dejare.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Contrariedad

Empecé a pensar que aquel sueño tenía algo que ver con ese día, porque no iba a hacer uno de los mejores en mi vida. Aquel lunes quince de octubre empezaba con una reunión en el museo con el director de este y los encargados de la iglesia del Santo Cerro, luego al museo asistiría una excursión de estudiantes, que en pocas palabras seria una excursión de lo más escandalosa conociendo a los estudiantes de primaria.
A las seis de la tarde tenía un examen en la universidad, para el cual no había estudiado nada y para colmo Eli, mi mejor amiga, cumplía años y no le había comprado nada aun, digamos que se me olvido, por primera vez en cinco años lo había hecho y no quería ni imaginarme su cara cuando me viera llegar sin un regalo en las manos, vamos, que el día no pintaba nada bien, solo faltaba que se me atravesara un demonio en el camino, y la verdad hubiera preferido enfrentarme a uno que a lo que me aguardaba aquel lunes.
Llegue a las nueve en punto al museo después de casi una hora de atasco, me enganche mi carnet de empleada en la camisa blanca que llevaba y suspire antes de entrar al gran edificio.
Cruce el umbral y me dirigí a la sala Restauración, iba sumergida en mis pensamientos, y es que no tenía ni idea de que iba aquella reunión, pero supuse que tenía que ver con mi última excursión.
El museo patrocina excursiones a varios pueblos para indagar más sobre nuestra historia, la ultima había sido un viaje a la Vega en donde por pura casualidad me sentí atraída por algo y acabe en la Vega Vieja, encontré rastros de magia, de hechicería muy antigua impresas en varias piedras, para una persona normal hubieran sido solo signos deteriorados por el tiempo, no obstante yo sabía lo que eran y por eso escribí un informe sobre la posible utilización de la magia negra o nigromancía por los Tainos, incluso puse en duda que en la batalla que se libro en el Fuerte de la Concepción, entre Colonos y Tainos, en donde se había presenciado la virgen de las Mercedes había sido solo una falsa leyenda, allí había aparecido algo, pero pongo en duda que hubiera sido una Virgen, porque las runas que yo vi eran de invocación, de la invocación del mal, y desde entonces me he preguntado quien la utilizaría, ¿Los Colonos o los Tainos?
En fin, escribí todo un informe de ello, de que en el Fuerte de la Concepción se había usado magia negra y runas antiguas, estaba dispuesta a publicarlo en los periódicos de circulación nacional, sin embargo el director del museo me llamo después de leerlo y me dijo que había que hablarlo con los encargados del Santo Cerro, ya que la Vega Vieja estaba bajo sus dominios religiosos.
Fue así que después de una semana me dijo que tendríamos una reunió con ellos y que al parecer el informe no le había gustado, la verdad es que no me importo que no le gustara, yo conocía la nigromancía y también estaba segura de que se había usado allí en la antigüedad, pero por un lado entendía a los del Santo Cerro, supongo que ellos como iglesia no creen en la magia, ya fuera blanca o negra.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Vampiros en el Caribe

Estaba a mitad de mi carrera de periodismo de investigación, siempre me ha gustado buscar la verdad a fondo, pero no solo en ámbito personal, sino también en lo oculto, digamos que quería ser una Nuria Piera, así me suele llamar el director del museo en donde trabajo, porque yo trabajaba, y todos se han hecho la misma pregunta, ¿Por qué si tengo tanto dinero trabajo?, porque me gusta tener la mente ocupada y porque mi trabajo en el museo de historia y geografía es solo una tapadera para lo que realmente hago.
Porque yo soy la hija de la luna, el espíritu guerrero y valiente, la que ve fantasmas y la que caza demonios, yo Karaya-Ri.

lunes, 7 de marzo de 2011

Vampiros en el Caribe

Observaba las estrellas sentada en el balcón de la cabaña, eran las cuatro de la mañana y había tenido un sueño horrible, la verdad, el mismo sueño que he tenido durante muchos años, solo que esa noche había algo diferente en el, algo que me había inquietado.
Había soñando lo mismo durante muchas noches y nunca le había dado importancia hasta que me di cuenta de que cada vez que lo tenía una desgracia ocurría, un terremoto devastador en algún país, un accidente aéreo, una bomba en un lugar remoto.
Cada vez que tenía ese sueño personas morían, conocidas y no conocidas, en mi país o en otro continente, sin embargo hacia mucho que había dejado de ponerle atención, porque al fin y al cabo yo no podía hacer nada, solo sabía que una desgracia ocurriría, pero no sabía cuando ni donde, por eso cuando solía tener mi sueño repetitivo me daba la vuelta en la cama y volvía a dormirme, no obstante esa noche no pude hacerlo.
Por ello me encontraba observando las estrellas desde el balcón de la pequeña cabaña que poseía a las afueras de la ciudad, mi refugio secreto, tratando de buscarle una explicación al cambio en mi sueño. Nunca le puse atención a mi abuela cuando me explicaba como traducirlos, ya me dirán ustedes que atención le pondría una niña de diez años a una anciana que hablaba del significado de los sueños cuando lo único que yo quería era que me enseñara magia, y la verdad es que ahora me arrepiento....

martes, 22 de febrero de 2011

Miedo

 Mire a ambos lado de la calle, pero apenas podía ver por la falta de luz. La oscuridad era algo que no me asustaba, pero algo en esa ocasión hizo que se me acelerara mas el pulso porque podía sentirlo, sentía el mal que deambulaba por allí, que me asechaba desde la penumbra, ubique mi rumbo y eche a andar.